El impacto de reducir o eliminar gastos en tu economía
El ahorro es la clave de la inversión, y para que se produzca un ahorro efectivo con anterioridad ha de existir un sacrificio por parte de la persona o familia que quiera llevar a cabo el mismo. Es decir, sin sacrifico no hay inversión y por tanto tampoco la riqueza futura.
A nivel general (empresarial y particular) este es un concepto básico que genera riqueza y hace que tengamos una mejora continua en nuestras condiciones de vida.
Si en un periodo de tiempo más o menos largo no encontramos un destino para nuestros ahorros razonable a nuestro perfil de riesgo, el mismo se acabará consumiendo en productos y servicios y, además, producirá una pérdida de poder adquisitivo debido al efecto de la inflación.
Como ejemplo es suficiente exponeros que hace no más de veinte años ser millonario (tener más de un millón de pesetas) era algo destinado a unos pocos; hoy en día son más las familias o personas que tienen ahorrados 6.000 euros. Es decir, el valor de 6.000 euros de hace veinte años no es el mismo que el valor de esos 6.000 euros hoy en día, no sólo debido a la inflación (a una tasa de inflación anual media del 2,8% anual los 6.000 euros de hace veinte años hoy deberían ser 10.423 euros) sino también a otros factores que ahora no nos vamos a parar a explpicar.
A menudo no pensamos en el efecto a largo plazo que tiene el poder ahorrar unos euros mensuales. El otro día le comentaba a un amigo de 40 años que fuma una cajetilla de Winston diaria por qué no dejaba el vicio e invertía ese pequeño ahorro en algún producto de inversión. Su salud y tranquilidad cuando cumpliera los 67 se lo agradecerían. No estaba muy convencido, hasta que le mostré la siguiente tabla extraída del sitio web www.finanzasparatodos.es impulsado por el Banco de España y la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). En ella se muestra la variación del ahorro (150 euros mensuales de dejar de fumar una cajetilla diaria) invertido desde los 40 hasta los 67 años a un tipo de interés del 7% (variación interanual promedio del IBEX 35 desde el año 1.990 hasta el año 2.016). El resultado de dejar el tabaco sería la nada despreciable cantidad de 144.403 euros.
Con esto no quiero decir que haya que dejar de hacer todo lo que nos gusta para obtener algo de rentabilidad, pero sí estoy seguro que hay muchos de los bienes que compramos o de los servicios que nos prestan que son, como decimos los economistas, renunciables. Es fundamental enseñar a ahorrar a los más pequeños de la casa y no estaría de más hacer, aunque sea una vez al año, un pequeño esfuerzo para quitar de nuestras vidas aquello que nos genera gasto y muy poca o ninguna satisfacción. Seguro que si buscáis encontraréis.
Colaboración de
Asesor fiscal y patrimonial