El oro en la vida de los deportistas de élite
Paul Gascoigne, Mike Tyson o Julio Alberto y Arantxa Sánchez Vicario, en España, son solo algunos ejemplos de deportistas de élite que amasaron grandes fortunas para acabar prácticamente arruinados a los pocos años de su retirada. Las malas compañías, la incapacidad de aceptar un nuevo status tras el éxito deportivo o las malas inversiones suelen estar detrás de este infortunio. Es la otra cara amarga en la moneda del éxito deportivo. Una situación que preocupa y mucho en las administraciones, en los clubes y entre los propios deportistas que cada vez más empiezan a pensar en su futuro.
No son pocos los deportistas que tras una vida dedicada en exclusiva al deporte de élite en su retirada se enfrenta a un vacío personal o financiero difícil de superar si no se han puesto las bases previas mediante la formación académica y la orientación financiera para evitar este fracaso personal en la transición a una vida normal.
Desde el Consejo Superior de Deportes y desde algunas asociaciones de deportistas llevan tiempo intentando que los deportistas de alto nivel sean conscientes de que la carrera deportiva tiene un fin para el cual deben estar preparados. En este sentido, la figura de los managers como asesores ha cobrado creciente importancia en los últimos tiempos. Eso no quita que los deportistas cuenten con unos mínimos conocimientos financieros para evitar ser desplumados por algunas de esas personas que pululan a su alrededor.
El oro como alternativa para proteger el patrimonio
Para las grandes fortunas deportivas una de las posibilidades es crear una SICAV, una sociedad financiera que permite realizar inversiones en capital variable, o crear sus propios negocios. Pero no todos los grandes deportistas son millonarios. En estos casos, conviene buscar inversiones adaptadas a su presupuesto, ya sean planes de pensiones, planes de inversión o compras de inmuebles que les permita tener un patrimonio con el que asegurar su futuro.
En cualquiera de estos casos, siempre es aconsejable diversificar bien los activos. Y una de las mejores formas de hacerlo es invertir al menos el 15 por ciento de los ahorros en oro o plata. Estos metales han sido, a lo largo de la historia de la humanidad, la mejor alternativa para proteger el patrimonio personal de la inflación o de cualquier tipo de crisis como podría suponer una posible salida del euro y la vuelta a la peseta. Álvaro Gallego, CEO de Auibérica, por ejemplo, aconseja “planes de ahorro a largo plazo mediante la compra física de oro de forma periódica, de este modo se consigue suavizar el impacto de las fluctuaciones de la cotización obteniendo un precio promedio más atractivo. Estos planes ofrecen una máxima liquidez, se puede vender y comprar en cualquier parte del mundo, y cuentan con la más absoluta seguridad y garantía”.
Julio Muñoz Gil
Responsable comunicación Auibérica
Profesional de la comunicación con más de 20 años de experiencia en información económica y bursátil. Ha participado como asesor en la gestión de la salida al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) de empresas como Carbures y Bionaturis. Entre otros medios, ha colaborado con Cope, Onda Madrid, Gestiona Radio, Gaceta de los Negocios y Colpisa