Cómo me convertí en millonario
¿Cómo me convertí en millonario? La idea de cómo surgió mi obra, proyecto e historia es relativamente reciente.
A todos nos gustaría ostentar cierta cantidad de dinero, alcanzar la libertad financiera o incluso llegar a ser millonarios. Es precisamente para todos estos propósitos la creación del libro “Cómo me convertí en millonario”, de Eugenio C. Puertas.
¿Qué fórmulas hay para lograr ser millonario?
Fórmulas para alcanzar el éxito y para ser millonario hay algunas, pero ninguna de ellas es mágica. La felicidad y el éxito hay que trabajarlos.
A partir de aquí y para entrar ya de lleno en materia comparto 7 importantes consejos que utilizan los prósperos y millonarios para que podamos aplicar cualquiera de nosotros con el objetivo de mejorar y multiplicar nuestras finanzas:
>>Ver mi libro «Como Me convertí en Millonario»
- Tenemos que dejar de obsesionarnos por el dinero. Aunque parezca contradictorio el dinero no tiene que ser nunca el objetivo, sino el resultado de aquello que hemos logrado o alcanzado.
- Tenemos que hacer un listado para saber a cuánta gente ayudamos actualmente. Si somos coaches, mentores, formadores.. tenemos que impactar y dar a conocer nuestro mensaje. Más personas normalmente significa, más ventas y por ende más ingresos.
- Debemos de apartar por un momento la idea de conseguir un millón de euros, dólares o la moneda que aplique en cada país y pasar a pensar en cómo podemos ayudar a un millón de personas. A cuantas más personas y sus respectivos problemas solventemos mayor y mejor rendimiento tendremos en lo que a nuestra economía se refiere.
- Tenemos que elegir una habilidad especial en la cual consideremos que somos los mejores o especiales y trabajar para pulirla al máximo. Podemos ser buenos en matemáticas, finanzas, escritores, deportistas.. Es aquello que nos diferencia del resto de las personas donde tenemos que enfocarnos para poderlo rentabilizar.
- A continuación tenemos que hacer una lista de diez personas que hagan las cosas realmente bien e intentar copiar sus métodos. No tenemos que reinventar la rueda. En ciertas ocasiones si tan solo copiamos los métodos de nuestros grandes referentes o gurúes y los ponemos en práctica, rápidamente empezaremos a ver resultados.
- Tenemos que acostumbrarnos a cuantificar nuestros progresos tanto semanal como mensualmente. Si no tenemos un plan de trabajo para ver cómo vamos creciendo estaremos realizando acciones, pero sin rumbo aparente.
- Tenemos que realizar rutinas que nos ayuden a asegurar que nuestro éxito se cumpla. A través de los buenos hábitos vamos forjando nuestro futuro.
Dentro de este apartado económico voy a nombrar 3 palabras como son: «abundancia», «riqueza» y «prosperidad» que utilizamos indistintamente para referirnos a una gran cantidad de dinero, pero que es necesario diferenciar:
El término Abundancia es el excedente que nos queda de un recurso determinado. Estos recursos pueden ser: tiempo, alimentación, salud, libertad o afecto entre muchos otros.
Es decir, si tenemos un excedente, mayor al que podemos consumir o necesitar, tenemos abundancia de ese recurso. Todos sabemos que tener dinero, si no tenemos tiempo, de nada nos sirve. Es decir, finalmente no seriamos abundantes.
La riqueza es un estado temporal o definitivo según el caso.
Se refiere a la cantidad de recursos que poseemos en un momento determinado a nivel personal, familiar, o que podemos encontrar en determinadas ciudades o países.
Relacionado con la riqueza todos sabemos que el dinero puede llegar a comprar alimentos, tiempo, libertad, e incluso llegar a comprar afecto con dinero.
La prosperidad es el curso favorable de aquello que se emprende. No es algo que logramos, es algo que sintonizamos a medida que sanamos nuestro interior.
En resumidas cuentas, la prosperidad se puede visualizar como el nivel de bienestar que te es dado por tu propio sentido de merecimiento.
La prosperidad es un sentimiento duradero y profundo, que genera paz, tranquilidad, seguridad y felicidad.
El objetivo de alcanzar abundancia, riqueza y prosperidad, es posible si dispones de un plan de trabajo, el cual debes acompañar mediante un cambio de pensamiento.
El libro «Cómo me convertí en millonario«, está destinado principalmente a todos aquellos lectores que, o bien se están introduciendo en el mundo de los millonarios, o por el contrario disponen ya de ciertos conocimientos en los campos de la prosperidad, la riqueza, la abundancia, o simplemente quieren mejorar en su economía.
En el mismo hablo de nuestros hábitos y comportamientos, creencias, voluntad, fracaso, fortalezas y debilidades, sueños y realidades, nuestros miedos, conciencia y subconsciente, la relación con el dinero… y todo lo necesario para mejorar notablemente en nuestra economía, con rumbo a la riqueza.
Pero antes de ser ricos u ostentar cierta riqueza, tenemos que empezar a tratar de la debida forma las grandes decisiones económicas que se producen en nuestras vidas. Generalmente estas decisiones están basadas en un componente emocional, en lugar de una parte racional, lo cual nos lleva presuntamente a una toma de decisión equivocada.
Cómo compramos o pagamos un coche, nuestro vestuario o incluso unas vacaciones, normalmente va ligado a este componente emocional.
Un consejo a tener en cuenta, sobre todo cuando queremos realizar grandes compras, es que dejemos pasar cierto tiempo, ya sea una semana, un mes o incluso un año, dependiendo de la cuantía económica y de nuestro propósito. De esta forma, restamos parte de la carga emocional asociada a la compra y decidimos de una forma más real y racional si esta nos compensa o no. La compra por impulso ―que todos practicamos en uno u otro momento― no tiene que convertirse en nuestro hábito, sino en una excepción.
Cerrando mi libro “Cómo me convertí en millonario”, te doy las gracias por conectar con esta red de pensamientos. Confío en haber sembrado las semillas necesarias para que ―si dispones de un propósito económico― puedas dar estos primeros pasos o simplemente continuar avanzando hacia tu objetivo con seguridad y con el uso muy importante de tu propio plan de trabajo.
Mi recomendación si quieres lograr ser rico
Como última recomendación deja de procrastinar; no dejes tus propósitos, deberes y acciones para más tarde, porque en dicho sentido jamás encontrarás el momento. Justamente es ahora más que nunca cuando nos necesitamos todos y cuando todos juntos somos más.
El lugar, el momento y la oportunidad es ahora.