¿Como leer la factura de gas?
Para ahorrar en la factura de gas necesitas entender las facturas que te envian. Bien se sabe que las facturas de gas son complicadas de leer y entender. El consumidor solo se fija en el total de la cifra sin conocer realmente todo lo que representa cada término explícito que representa a su alrededor.
Según un estudio elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), una tercera parte de la población, cerca del 35 % de la ciudadanía española no consigue entender un recibo del gas. Este idioma, sobre todo, se dificulta en las esferas poblaciones mayores de 60 años y en los jóvenes.
No obstante, este desconocimiento sobre los datos sobre el recibo eléctrico se debe también, en gran parte, a que las compañías de gas tampoco lo ponen nada fácil, pues dificultan el lenguaje cada vez más.
Desglosar todos los detalles que componen una factura resulta de vital importancia para poder comprender su lectura, puesto que se trata de un documento que nos va a acompañar toda la vida.
En una primera instancia, las cartas comparten algunos apartados comunes en los que se detallan:
Los datos del titular, en el que aparecen el nombre de la entidad bancaria al que se encuentra domiciliado el servicio.
Resumen de la factura que, en teoría, muchas comercializadoras facilitan a sus clientes en el que se incluye:
- La fecha de la factura, es decir, cuándo fue remitida al cliente;
- La fecha de facturación, esto es, de qué día a qué otro se contabiliza la cantidad de gas gastado;
- Cuando se ha cobrado el servicio la empresa;
- El importe total de lo gastado y pagado a la comercializadora.
Los datos de facturación: en este aparato, el cliente encuentra los datos que recoge la entidad contratada en concepto de:
- El gasto, atendiendo al precio de kWh en gas natural, en función de lo establecido en el mercado, del consumo y los impuestos.
- En el caso de percibir descuentos, también aparecerán reflejados.
Llegados a este punto, el recibo percibe dos tipos de gasto:
- El gasto fijo del gas: el importe que cada vivienda desembolsa por el simple hecho de tener acceso al suministro.
- Consumo, cifra que varía en función del uso que se haya realizado de gas, en relación a la tarifa contratada.
La comercializadora siempre va a cobrarse el gasto fijo. Pel consumo dependerá del cliente, que se mide en proporción a la energía, que se cuantifica en metros cúbicos. Esta cantidad pasa a kilovatios por hora (kWh) para obtenerse el precio total, según la tarifa contratada.
Otro dato que se desglosa en la factura corresponde al impuesto sobre hidrocarburos. Determinado por el Ministerio de Industria de España, se aplica sobre los kWh que se han facturado y se refleja en la base imponible del Impuesto de Valor Añadido (IVA) que, en este caso, y hasta día de hoy, es del 21 %.
También es posible que el documento incluye los gastos de alquiler de equipos, en el caso de que se estén pagando a plazos. Estos aparatos pueden ser, por ejemplo, un contador que la empresa en cuestión alquila para facilitar a los clientes el valor de su factura, de tal manera que se pueda regular el consumo y evitar así precios elevados o inesperados. Esta factura puede determinarse, en función de lo contratado, mediante:
- Mercado libre: los precios de kilovatio por hora se debaten entre la empresa y el cliente.
- Mercado regulado: aquí los términos son fijos, es decir, se atiende a la regulación que establece el Gobierno. El cliente paga cada mes el mismo precio por kilovatio.
La factura del gas puede ser elevada en los meses de máximo consumo. Es importante que tengáis unas normas para controlar que el gasto no se dispare.
8 medidas para ahorrar en tu factura de gas
- La temperatura de la calefacción se puede ajustar de modo que tu casa esté confortable sin demasiado gasto. Una temperatura adecuada puede estar entorno a los 21 grados. E incluso un poco menos si en lugar de estar con ropa ligera tenéis en cuenta poneros algo mas abrigado. Esto se logra poniendo el termostato a esa temperatura. Ya verás como no se necesita más,
- Ajusta la temperatura de la caldera o calentador. Hay un mando que regula la temperatura y el volumen de agua que pasa por los conductos internos. Estos luego son distribuidos por las tuberías de la casa de calefacción. De esta forma ya en origen tendrás limitado el consumo.
- Si tienes un contrato de mantenimiento de la caldera de gas, como es habitual, será positivo que las revisiones se hagan antes de que comience el periodo mas frio del año. El objetivo es que tanto la caldera como las conducciones y los radiadores estén en perfecto funcionamiento.
- Aísla bien las ventanas, suelen ser un factor de fuga del aire caliente de las habitaciones.
- Mantén las puertas de las habitaciones cerradas, especialmente en aquellas estancias donde habitualmente estéis. De esa manera el calor se concentra y mantiene allí donde se requiera.
- Aprovecha la luz solar, es una de las mejores fuentes de calor. Solo hace falta ventilar por la mañana unos 10 minutos las habitaciones, para que el aire se purifique. Luego se cierran las ventanas y el calor del sol llenará agradablemente tu casa de forma gratuita.
- Los radiadores deben estar limpios y despejados. No deben haber de objetos que impidan el flujo del calor que éstos irradian cuando están encendidos.
- Por último, revisa periódicamente las facturas del gas. Las empresas han dejado, en muchos casos, de hacer lecturas reales. Así que facturan por estimación, y puede que no se ajuste el gasto al consumo efectivo que hayáis realizado.
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